
02 Nov Que no se te escapen los “mondonguillos”…
Los mondonguillos o mondongos en realidad son los intestinos y vísceras…Qué escatológico ¿no? Bueno, pues los cito porque hoy vamos a hablar del prolapso, una palabreja que alude a la caída o descenso de una víscera, o del todo o parte de un órgano, según define la RAE. No suena especialmente sugerente, pero se estima de hecho que el 43% de las mujeres padecerá alguna de estas patologías del suelo pélvico a lo largo de su vida.
Y efectivamente, esto nos puede suceder a las féminas en caso de tener alguna disfunción en el suelo pélvico, son varias las tipologías;
– Prolapso uterino: El útero cae dentro de la vagina
– Prolapso vaginal: Caída de la parte superior de la vagina sobre la parte inferior
– Prolapsos pélvicos:
* Cistocele: caída de la vejiga urinaria
* Rectocele: caída del recto hacia el canal vaginal
* Enterocele: El intestino delgado empuja la pared posterior de la vagina
– Prolapsos postparto
Y como en todo también hay diferentes grados, dentro de un baremo de 4: leve, moderado, grave y total, que tendrá que evaluar correctamente un especialista.
Entre los efectos más comunes que se producen :
– Incontinencia urinaria, al coger peso, toser, estornudar…
– Ó dificultad para vaciar la vejiga (por obstrucción de la uretra)
– Dificultad para defecar y/o estreñimiento, movimientos intestinales anormales
– Sensación de cuerpo extraño en la vagina
– Infecciones del tracto urinario
– Inflamación y/o infecciones de la vagina como consecuencia de alteraciones en la flora vaginal ( vaginitis)
-Dificultad o dolor en las relaciones sexuales
– Reducción de la autoestima
Motivos suficientes para ponerle solución, ¿no crees?
Lo mejor es la prevención fortaleciendo el suelo pélvico con ejercicios Kegel o hipopresivos, también útiles en caso de patologías leves o moderadas, sin embargo, si ya nos encontramos de lleno con el problema en estadios graves o totales, existen diferentes tratamientos:
– El uso de Pesarios: Dispositivos de plástico o silicona que se colocan en la vagina, elevan y dan soporte recolocando el útero, la vagina, vejiga o el recto.
Ayudan a fortalecer de nuevo del suelo pélvico y a minimizar los efectos negativos de su debilitación.
Pueden evitar la cirugía y el empeoramiento del prolapso. Y una vez pasadas las molestias iniciales de su implantación, se pueden mantener relaciones sexuales normales.
– Cirugía: o bien con la extirpación del órgano que se sale, como es el caso del útero o bien con la aplicación de mallas sintéticas de sujeción que recolocan, fijan y fortalecen los órganos afectados, en el caso del recto o la vejiga.
¿Has tomado nota? Haz ejercicios de fortalecimiento del suelo pélvico, mejorará tu calidad de vida en general e intensificará tus relaciones sexuales. Y por supuesto, si notas algún síntoma, acude a un especialista para que evalúe y ¡pon remedio cuanto antes!
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